Vilnius

Vete por las vistas. Quédate por el ambiente.

La capital de Lituania es famosa por su arquitectura barroca, pero esta vibrante ciudad tiene mucho más que ofrecer. La zona edificada de Vilnius abarca un rango muy variado de estilos y épocas, desde el neoclásico hasta el gótico. Todo esto refleja una riqueza en cuanto a su dramática historia que se ha fusionado para darle forma a una ciudad moderna y multicultural, lo que rápidamente ha supuesto un impacto en la ruta turística.

A los visitantes les atrae el casco antiguo de Vilnius, uno de los más grandes y antiguos de Europa, lleno de calles estrechas, iglesias, museos y bonitos jardines. Se trata de un área concurrida y animada donde la gente disfruta de cafeterías, bares y restaurantes. Puede que quieras comprarte alguna joya de ámbar, madera tallada o auténtico queso lituano como recuerdo de tu viaje.

Si prefieres que su ruta turística sea más relajada, elévate sobre todo eso y observa a vista de pájaro los tejados rojos y los negocios en expansión de la silueta urbana del barrio. Hay muchísimos miradores fantásticos por toda la ciudad: puedes subir a la torre de la campana de la iglesia de St. John o la Catedral de Vilnius hasta las vistas panorámicas desde el mirador de Subačius, la colina de las tres cruces o las colinas Tauras o Altana. La vista de 360º desde la torre giratoria de la cafetería de la TV Tower permite ver todo Vilnius sin mover un solo músculo y es especialmente espectacular de noche. Pero las mejores vistas son desde un globo aerostático. Vilnius es la única capital europea donde te puedes subir a una cesta y vivir esta experiencia aérea única.

Más allá del casco antiguo, encontrarás una ciudad elegante y sofisticada con un ambiente cultural muy lituano que acoge con los brazos abiertos un mundo de influencias internacionales. Este destino tan dinámico tiene una energía increíble y un gusto excelente.

Aunque hay cosas más que suficientes que hacer y ver, te recomendamos que te reserves mucho tiempo para aprovechar al máximo tus desayunos, comidas y cenas. Vilnius es un paraíso foodie, el centro definitivo del cual se encuentra en el mercado Paupys. Una adición relativamente reciente a esta escena gastro y un lugar en el que relajarse y disfrutar de platos tanto tradicionales como experimentales en cualquiera de los puestos de esta jungla urbana, o escoger ingredientes sorprendentes para cocinar tú mismo un festín. Si te gustan los mercados con un toque más tradicional, Hales, en el casco antiguo, tiene los mejores productos de temporada cultivados localmente y platos caseros.

El brunch es un evento social por aquí, así que resérvalo antes de embarcarte hacia una comida copiosa que puede saciarte hasta la cena. ¿No son acaso para eso los descansos en la ruta?

Pero si lo que necesitas es viajar un poco más por la región, dirígete al oeste, al castillo de cuento de hadas de la isla Trakai. Este espectacular monumento se encuentra en el parque nacional de Trakai, en la zona de lagos de la región, y es donde se encuentra el museo de historia local. Creemos que aquí sacarás más de una foto y te llevarás recuerdos muy positivos de tu viaje.